Tras un audaz rediseño y restauración de un antiguo edificio local, el nuevo Museum W en la ciudad de Weert, en los Países Bajos, puso a esta pequeña urbanización en el mapa de los amantes del arte y la arquitectura.
En la actualidad, las construcciones más antiguas conviven con las más modernas y osadas. Las ciudades no pueden detener los grandes avances del diseño y la arquitectura y, a la vez, quieren preservar las majestuosas edificaciones del pasado. Un choque del tiempo que obliga a las mentes más creativas a crear, amoldar y repensar los planes de urbanización y restauración actuales.
En la pequeña ciudad de Weert, en los Países Bajos, había un antiguo edificio industrial que pertenecía al Ayuntamiento de la ciudad y en 2022 reabrió sus puertas, con una fachada completamente renovada, como un magnífico y novedoso museo: Museum W.
Esta nueva galería aloja 17.000 obras de arte religioso, con una gran carga histórica. Es por eso que el diseñador holandes Maurice Mentjens decidió honrar su valiosa propuesta cubriendo una gran parte de la fachada en una brillante estructura dorada, como si fuera un relicario gigante. A la estructura original, el diseñador agregó una capa dorada de un milímetro de Tecu®Gold, una aleación de aluminio y cobre reciclados, que no envejece ni se vuelve marrón o negro.
“Los museos son los lugares sagrados de nuestra sociedad actual secularizada; y las obras de arte son las reliquias de todas las culturas; partiendo de esta premisa, se concibió la idea de diseñar una de las fachadas del museo a modo de relicario revestido de oro, como si dentro se guardan las reliquias de un santo”, explica Mentjens.
EL DISEÑADOR HOLANDES MAURICE MENTJENS DECIDIÓ HONRAR SU VALIOSA PROPUESTA CUBRIENDO UNA GRAN PARTE DE LA FACHADA EN UNA BRILLANTE ESTRUCTURA DORADA, COMO SI FUERA UN RELICARIO GIGANTE
“Así como las esculturas y pinturas de los relicarios cuentan la historia de los santos a los que fueron dedicadas, esta fachada dorada tiene dos pantallas en las que se proyectan videoinstalaciones creadas por artistas contemporáneos o sirve para dar información sobre exposiciones presentes”, explica el diseñador. Estos grandes ventanales a modo de vitrinas, cuando se abren y cierran, también se puede interpretar como un gran calendario de Adviento: “Detrás de cada contraventana hay un tesoro, una reliquia, una obra de arte que está oculta”.
ESTOS GRANDES VENTANALES A MODO DE VITRINAS, CUANDO SE ABREN Y CIERRAN, TAMBIÉN SE PUEDE INTERPRETAR COMO UN GRAN CALENDARIO DE ADVIENTO: “DETRÁS DE CADA CONTRAVENTANA HAY UN TESORO, UNA RELIQUIA, UNA OBRA DE ARTE QUE ESTÁ OCULTA”
Si bien la fachada de Museum W se lleva la mayor cantidad de miradas, Maurice Mentjens también se ocupó de dejar su huella en el interior. En algunos casos, el diseñador buscó mantener la belleza de la estructura original revistiendo la madera de los pasillos y el techo de roble original en el antiguo Salón del Consejo. Algunos espacios, en cambio, los rediseñó por completo para que el museo pueda albergar nuevas instalaciones con un estilo contemporáneo. Mentjens también diseñó mobiliario, vitrinas y sistemas de suspensión para las piezas, que van desde tapices a porcelanas de los siglos XV y XVI, con materiales reciclados y sostenibles en su gran mayoría.